Hablo de la película "Ferdinand" , una "comedia" de dibujos animados de la productora americana <20th Century Fox>.
Hablemos esta productora.
Se trata de unos estudios cinematográficos situados en la prestigiosa ciudad de Los Ángeles; estado de California (EE. UU.), cuyo conocimiento de la vida del toro bravo es comparable al estudio que yo dedico a la vida del presidente John Fitzgeral Kennedy, para entendernos, un conocimiento cero.
Me explico; han realizado este proyecto con escasa fundamentación en su mensaje, apenas se ilustraron de obras baratas anteriormente realizadas, cuyo material crítico no tenía intención lúdica o adoctrinante. Como es el caso de esta nueva producción.
Prueba de que no es una película basada en argumentos es que en el film se plasma a los españoles como "flamencos con bigote inadaptados a los nuevos tiempos", tachando a la sociedad española de inculta y alegóricamente atrasada respecto al "grandioso modelo de vida americano", esta película sólo es una reedición de un pequeño cortometraje de <Disney> dirigido por Dick Rickard en 1938, básado a su vez en un libro de Munro Leaf y Robert Lawson, - en dicho libro solo se narra la vida de un toro inteligente que se hace pasar por manso, -aunque quisiera atacar al matador-, para así salvar su vida en la plaza-.
Bajo mi punto de vista es más que probable que estos señores que hicieron y rehicieron una y otra vez la historia de esta comedia, no conozcan ni un ápice de la vida del toro bravo.
El objetivo de esta película, como el de tantos y tantos ataques que está sufriendo la tauromaquia es difundir y adoctrinar mediante propaganda inholora e insípida el animalismo capitalista (comida, ropita y juguetitos para animales) a las clases social-burguesas de nuestro país. Su cometido es claro, plasmar en imagen la vida de un toro sonriente que se molesta en hacer el ´´boca a boca´´ a un conejo que cree que ha matado de un susto, mientras los humanos morenos con bigote y palillo en boca se dedican a llevar a los toros a un sitio donde la gente aplaude por verlo sangrar.
Cuando ciertamente, -a poco que conozca uno del tema- sabe, que el rito taurino consiste en lidiar al toro lo más bello y estético posible, y de la manera que menos sufra el astado.
A ningún aficionado a los toros nos gusta el hecho de ver degollado a la bestia, y de hecho; válgame la redundancia, al torero que propicia una estocada caída o fuera de sitio y el toro que no cae redondo permanece sangrando, se le castiga mediante abucheos sonoros del público y avisos desde la presidencia encargada de la dirección de la lidia (3 toques instrumentales mediante el cornetín) que pueden llegar a derivar en sanción económica para el matador ó novillero, aparte de dársele la muerte al toro a puerta cerrada.
Lo que probablemente tampoco sepan ninguno de estos ilustrados directores, guionistas y productores, es que el toro de lidia crece en la mayor libertad del mundo, que se le alimenta con todo tipo de productos para su correcto crecimiento y bienestar, y que recibe los cuidados veterinarios de saneamiento con un porcentaje mayor que cualquier otro animal herbívoro de cría ganadera.
Tras mi humilde y subjetiva crítica del argumento de esta singular producción americana, me surgen varias lagunas en mi mente; y varias preguntas -para la resolución de mis lagunas- dirigidas a estos señores americanos tan avanzados en sus respectivas vidas.
Mis preguntas para <20th Century Fox> son:
¿Por qué no hacer una película que narre la vida de un ratón de laboratorio?
Cuya verídica sinopsis sería:
La narración de la vida de un pobre animal que se emplea desde muy pequeño para el estudio de los medicamentos que TODOS consumimos para nuestro bienestar.
A este tipo de animales utilizados para el estudio farmacéutico; se le inocula en su sistema inmunológico un tipo de enfermedad que esté a la orden del día.
Una vez el animal esté contaminado por la enfermedad, se emplean con él distintos medicamentos hasta encontrar un indicio de cura. El animal queda destrozado a causa de la enfermedad inoculada y de los distintos fármacos, y es sacrificado sin llegar al año de vida.
¿Por qué no hacer una película sobre la cría y muerte en el matadero del ganado manso?
¿Por qué no hacer una película sobre la tala indiscriminada de hierba por parte de los animales herbáceos?
¿Por qué no pedir la abolición del matamoscas en verano?
Siendo realistas, prefiero no llegar a dar ideas, porque la estupidez humana no tiene límite, y si está respaldada por dinero aún menos.
Siento entre pena y lástima, no por el ataque hacia mi mayor pasión con la realización y emisión de esta película; sino por la observación de hasta donde puede llegar un proyecto, -independientemente del daño que pueda hacer-, siempre y cuando esté respaldado por el capitalismo.
Siento entre pena y lástima, porque hay gente que tiene grabado a conciencia que la sociedad actual tiene mayor urgencia en prohibir una fiesta artística y cultural, antes que acoger a la pobre gente "no avanzada" que viene escapando de las guerras de aquellos países que no están capitaneados por la "insigne" bandera del desarrollo.
Si eres lo suficientemente coherente trata de no llevar a tus hijos a ver películas cómo esta que se descaminan de lo que son las fábulas, y humanizan el carácter de animales salvajes. Así como también digo que tampoco los llevéis a ver películas que inciten al consumo y a la mediocridad propia de los "gringos", para que la sociedad del futuro no pierda la humanidad innata que parece que estamos perdiendo nosotros.
RE: Pintor de sueños.